Sigue a @keducacion
Encerrados en las junglas de hierro y asfalto y hormigón que son nuestras modernas ciudades, como diría Félix Rodríguez de la Fuente, a veces podemos olvidar que vivimos en un maravilloso Planeta, rebosante de diferentes formas de vida. Incluso en nuestras ciudades, hay especies que han conseguido encontrar su espacio para acompañarnos y aportar su nota de vida, en nuestro día a día.
El amante de la naturaleza comienza enamorándose de las formas, los colores, los sonidos, aún cuando desconozca la especie y sus estrategias para sobrevivir, del ser vivo que tiene delante. Pero cuando comienza a adentrarse en sus secretos, el disfrute, el goce, el maravillarse por la heroicidad de cada especie para mantenerse viva y anclada a la vida en la Tierra, se dispara en nosotros/as.
No es necesario estudiar y después trabajar en alguna de las profesiones de la naturaleza (biólogos, ambientólogos...) para ser un experto naturalista. Cada vez hay más estudios que se nutren de los datos aportados por la 'ciencia ciudadana', por esos amantes de la naturaleza, que llevados por su pasión y disfrute por las cosas de la vida, han ido aprendiendo, formándose con guías, cursos, observaciones, anotaciones... y comparten su saber, con los científicos que sí dedican su trabajo, a las cosas de la naturaleza.
No solo es posible ser un naturalista experto, sin ser profesional de la materia, sino que pensamos que para ser ciudadanos/as felices, ciudadanos/as del bien común, es muy necesario que seamos buenos naturalistas. Que sepamos de las cosas de la Tierra, que las disfrutemos, que las amemos, porque es de esa manera como las podremos defender. Uno defiende lo que ama, y lo que entiende que es parte de sí mismo.
Y para convertirse en un naturalista experto, se tenga la edad que se tenga, y poder gozar sin límites de la madre naturaleza, hay una herramienta sin igual: El diario naturalista.
El diario naturalista es ese diario donde, con la frecuencia que deseemos vamos anontando aquellas cuestiones de la naturaleza que observamos en el día a día, que nos sorprenden, que desconocíamos, que vuelven a ocurrir de nuevo en la presente estación, como pueden ser las migraciones, o las flores que vuelven a transformar el Almendro, en un elemento poético del paisaje.
Junto a estas anotaciones: dibujos, nuevos datos que aprendemos, sacados de las guías científicas y del consejo de expertos, los nombres científicos de las especies, sus curiosidades...
Por todo ello, os proponemos una actividad que nos encanta, para aprender a tener esa nueva mirada de amor y curiosidad sobre las cosas de la naturaleza y para aprender a crear nuestro diario naturalista.
Este es el esquema de la actividad que os proponemos:
El amante de la naturaleza comienza enamorándose de las formas, los colores, los sonidos, aún cuando desconozca la especie y sus estrategias para sobrevivir, del ser vivo que tiene delante. Pero cuando comienza a adentrarse en sus secretos, el disfrute, el goce, el maravillarse por la heroicidad de cada especie para mantenerse viva y anclada a la vida en la Tierra, se dispara en nosotros/as.
No es necesario estudiar y después trabajar en alguna de las profesiones de la naturaleza (biólogos, ambientólogos...) para ser un experto naturalista. Cada vez hay más estudios que se nutren de los datos aportados por la 'ciencia ciudadana', por esos amantes de la naturaleza, que llevados por su pasión y disfrute por las cosas de la vida, han ido aprendiendo, formándose con guías, cursos, observaciones, anotaciones... y comparten su saber, con los científicos que sí dedican su trabajo, a las cosas de la naturaleza.
No solo es posible ser un naturalista experto, sin ser profesional de la materia, sino que pensamos que para ser ciudadanos/as felices, ciudadanos/as del bien común, es muy necesario que seamos buenos naturalistas. Que sepamos de las cosas de la Tierra, que las disfrutemos, que las amemos, porque es de esa manera como las podremos defender. Uno defiende lo que ama, y lo que entiende que es parte de sí mismo.
Y para convertirse en un naturalista experto, se tenga la edad que se tenga, y poder gozar sin límites de la madre naturaleza, hay una herramienta sin igual: El diario naturalista.
El diario naturalista es ese diario donde, con la frecuencia que deseemos vamos anontando aquellas cuestiones de la naturaleza que observamos en el día a día, que nos sorprenden, que desconocíamos, que vuelven a ocurrir de nuevo en la presente estación, como pueden ser las migraciones, o las flores que vuelven a transformar el Almendro, en un elemento poético del paisaje.
Junto a estas anotaciones: dibujos, nuevos datos que aprendemos, sacados de las guías científicas y del consejo de expertos, los nombres científicos de las especies, sus curiosidades...
Por todo ello, os proponemos una actividad que nos encanta, para aprender a tener esa nueva mirada de amor y curiosidad sobre las cosas de la naturaleza y para aprender a crear nuestro diario naturalista.
Este es el esquema de la actividad que os proponemos:
- Salimos con el grupo de su centro educativo a las inmediaciones del centro, a un parque por ejemplo, o incluso si existe un buen parque dentro del centro, podemos quedarnos allí mismo.
- Nos presentamos, y presentamos la actividad, en la línea de lo que hemos contado anteriormente.
- Con el grupo vamos descubriendo los secretos que nos presenta la naturaleza, incluso en nuestro entorno urbano: el canto del Gorrión, el escándalo y el gregarismo de los Estorninos, las hojas desmayadas y caducas de los Plátanos de sombra, las férreas y apasionantes sociedades de las hormigas...
- Para que podamos hacer participar a todos y todas, recomendamos grupos reducidos. Hay que tener en cuenta, que la duración puede ser la de una clase ordinaria, unos 50 minutos, y que podemos organizar en la misma jornada lectiva, tantas sesiones con diferentes grupos en el mismo centro educativo, cómo sea posible por la duración de la jornada. Todo ello por el mismo precio.
- Una vez tenemos nuestra materia prima: las observaciones, nos juntamos en un rincón agradable, y explicamos la importancia de nuestro diario naturalista, y cómo hacerlo. Hasta agotar el tiempo disponible, vamos rellenando sus primeras hojas, guiados por nuestro educador/a.
- Acabamos con una conclusión del educador/a, preguntando a los participantes qué les ha gustado más de lo que han visto, y enseñándonos sus primeras hojas, esperemos de muchas más, de sus diarios naturalistas.
Actividades relacionadas:
- Cualquiera de las actividades de naturaleza que hacemos: talleres, excursiones de una jornada, estancias educativas de 2 a 5 días, campamentos... Tienes todas las fichas técnicas en el menú de la izquierda de esta página.
No hay comentarios:
Publicar un comentario